domingo, 17 de julio de 2011

París III. Le repas.

Ella sonreía cuando él traspasó por primera vez el umbral de su puerta. Le había preparado una copiosa cena sobre una mesa con velas y servilletas de lino. En realidad sólo esperaba terminar para que por fin la devorase, daba igual en una cama o en el suelo. Sólo quería ser saboreada por él, que su aroma llegase a lo más profundo de su paladar. Tanto trabajo era una mera imagen para seducirle, pues a los hombres es fácil entrarnos por los ojos y el estómago.

Primero fue el típico saludo cortés, dos besos en las mejillas y triviales preguntas sobre sus respectivos trabajos. Se quitó la chaqueta, la posó en el sofá y alabó el atrezo preparado por ella. Todo aquéllo era mucho más de lo que merecía, dijo, pero le agradecía el incalculable esfuerzo. Antes de sentarse, ella abrió la botella de Moët Chandon que él trajo consigo, llenó dos copas con cuidado y brindaron por la velada que estaban a punto de comenzar.

Durante la cena hubo miradas cómplices, sonrisas robadas, caricias contenidas y charlas distendidas. Sin embargo, ninguno osó dar el primer paso. Los minutos pasaban y el reloj de pared marcó las once menos cuarto cuando ella se levantó para ir a por el sufflé que guardaba en la nevera. Él se quedó contemplando su culo ensimismado mientras abría la puerta del frigorífico. Ella notó su mirada y perdió un poco más de tiempo buscando entre botellas, lechugas y yogures el postre que con tanto amor había preparado. Le gustaba sentirse observada por él y aprovechó la situación para sacar algo de ventaja. Cuando se dio la vuelta con el sufflé en sus manos, el sonrió al percatarse de que le habían pillado y se ruborizó.

Tomaron cada uno un buen trozo de tarta, cruzándose miradas fugaces carentes de maldad. Charlaron acerca de la última exposición sobre Manet en el museo de Orsay, pues a ambos les entusiasmaba el arte. La conversación fue breve. Él tomó con una cucharilla el pezón izquierdo de ella. Lo llevó a su boca. No dejó ni uno solo de sus cabellos.

2 comentarios:

  1. Delicioso, repetiré el juvenil postre.

    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  2. Hola NIP! Echaba en falta tus comentarios. Imagino que te habrás pegado unas buenas y merecidas vacaciones. Si es así, espero que lo hayas pasado en grande. Siempre eres bienvenido. Un abrazo!

    ResponderEliminar