lunes, 1 de diciembre de 2014

Rosa Parks y Michael Brown. 59 años después

El 1 de diciembre de 1955, Rosa Parks se negó a ceder su asiento en el autobús a un ciudadano blanco a pesar de la insistencia del conductor. Ocurrió en Montgomery, Alabama, donde las leyes segregacionistas trataban a los negros como a ciudadanos de tercera.
Su acción provocó su encarcelamiento por alteración del orden público, lo que dio lugar a un boicot por parte de los ciudadanos negros de Montgomery liderados por Martin Luther King -entonces un desconocido-, que se negaron a usar el autobús en señal de protesta. Ellos, que debían recorrer varios kilómetros para llegar a sus puestos de trabajo, ocasionaron grandes pérdidas a la compañía de autobuses de la ciudad, reflejando la relevancia de los negros en la vida pública norteamericana.
Hace pocos días, casi sesenta años después de aquella acción, en Missouri, otro estado donde también existe un racismo crónico, un policía ha sido absuelto del asesinato de Michael Brown, un adolescente negro que no iba armado. Más allá del terrible suceso, caben destacar algunos datos:

        -El 60% de la población de Ferguson, la ciudad donde ocurrieron los hechos, es negra, mientras que todos los agentes de policía son blancos.
          -El alcalde y toda la corporación municipal es blanca.
          -La mayoría del jurado que ha exculpado al agente del policía es blanca.
        -Según una encuesta de The Huffington Post, más del 64% de los ciudadanos negros de Ferguson consideran que el culpable de la muerte de Michael Brown es el policía, mientras que el porcentaje en ciudadanos blancos que opina esto se reduce al 22%.

Son algunos datos que sirven para esclarecer el grave problema de racismo que existe aún hoy en buena parte de la sociedad estadounidense. No hay duda de que desde que Rosa Parks llevó a cabo su heroica acción se ha recorrido un largo camino y se han conseguido importantes victorias para los ciudadanos negros, pero todavía queda mucho por hacer.

Rosa Parks, fotografiada por Paul Sancya

domingo, 2 de noviembre de 2014

No es sólo la corrupción

No es sólo la corrupción. No nos equivoquemos. Este país -o al menos un sector de él-, desde el 15M, despertó de un letargo demasiado prolongado y puso las bases para un cambio político y social de gran envergadura.
La articulación posterior de ese sector en diversas mareas que han luchado desde su creación por la defensa, ante los terribles recortes del gobierno del PP, de derechos tan importantes como una sanidad y educación públicas de calidad, fue el siguiente paso. Los esfuerzos hechos por muchos trabajadores comprometidos han fraguado una conciencia colectiva que no encontraba su traducción en el espectro político, pese a que partidos como IU defendían sus premisas.
Era necesaria la irrupción de una nueva fuerza política, que fuera capaz de despertar una ilusión adormecida por el rodillo de la mayoría absoluta del PP y la desconfianza o apatía por el resto de partidos. Debía ser alguien con la capacidad de aglutinar esos mensajes dados por la sociedad, de utilizar las nuevas tecnologías con la maestría suficiente -algo ya hecho por esas mareas o por el propio 15M- para llegar a un electorado que pedía grandes cambios, alguien sin mácula provocada por un sistema político que nos ha llevado a una situación muy complicada como país y como sociedad.
Las dos fuerzas del bipartidismo no lo vieron venir porque estaban muy acomodados en su alternancia. Recordad el desprecio con el que hablaban de Podemos antes de las últimas elecciones europeas, cuando ya empezaron a usar esos "argumentos" que tanto ellos como sus palmeros siguen repitiendo en las tertulias -populismo, Venezuela, Irán, ETA, Cuba-. Precisamente, esa carencia intelectual demuestra una soberbia por parte del bipartidismo, que veía infranqueable la atalaya sobre la que se asienta, y a tenor de lo que se puede ver en cualquier tertulia televisiva, siguen siendo incapaces de aplicarse una dosis de humildad y discutir con argumentos serios con quien, ahora sí, podemos decir que les disputa el gobierno de España.
No es sólo la corrupción, claro que no. Es la pobreza a la que han llevado a miles de familias españolas. Que 20 personas posean tanta riqueza como 14 millones de españoles debería ser un argumento más que suficiente como para no votar a quien nos ha llevado a esto. La desigualdad económica es el gran problema histórico de América Latina y nos la estaban implantando sin que nos diéramos cuenta. Afortunadamente, todavía tenemos capacidad de reacción como sociedad y le hemos visto -en mi opinión un poco tarde- las orejas al lobo.
No es sólo la corrupción y no creo que sea, ni mucho menos, la razón principal del vuelco electoral que se cuece en España de cara a 2015. El paro, la emigración, la precariedad de los nuevos puestos de trabajo que maquillan las estadísticas de desempleo, las listas de espera en hospitales y la privatización de éstos, la precarización de la educación pública -con las subidas de tasas en las universidades, que han provocado el abandono de sus carreras por parte de 45.000 estudiantes este curso-, o los recortes en servicios sociales para atender a un espectro creciente de la población que cae en la pobreza, son motivos de peso que han llevado a buena parte de la sociedad a buscar una alternativa que despierte ilusión por el cambio.
No es sólo la corrupción y lo que publica hoy "El País" es sólo un sondeo, pero la desconfianza de la población hacia el PP y el PSOE sigue creciendo. Veremos qué ocurre dentro de un año.

miércoles, 27 de agosto de 2014

La efeméride olvidada (primera parte)

Se cumplen en este 2014 trece siglos, mil trescientos años, de la conquista musulmana de Zaragoza. Ahí es nada. Sin embargo, los periódicos no dedican a este episodio tantas páginas como a Augusto o a Los Sitios -si es que le han dedicado alguna-, quedando injustamente relegado a un segundo plano un suceso fundamental en la historia no sólo de nuestra ciudad, sino de nuestro país. 

Musa ibn Nusayr, gobernador musulmán del norte de África y Tariq ibn Ziyad, su lugarteniente, llegaron en tres años desde Gibraltar hasta Zaragoza, tras haber derrotado a las tropas visigodas del rey Rodrigo en la batalla de Guadalete. La conquista fue más pacífica de lo que muchos creen, pues la división existente en el reino visigodo a la llegada de los musulmanes era enorme, lo cual propició alianzas entre ciertos sectores de la élite visigoda y los invasores que venían de África. 

Así, Zaragoza cayó en manos musulmanas de manera bastante sencilla, seguramente mediante una capitulación, permitiendo a cristianos y judíos seguir practicando sus cultos a cambio de un tributo. No obstante, una parte de la población cristiana prefirió refugiarse al norte, en los Pirineos, donde unas décadas después el rey franco Carlomagno establecería la Marca Hispánica, un conjunto de condados que servirían de barrera para evitar una nueva expansión musulmana hacia el norte de Europa. 

Zaragoza o Saraqusta, como era llamada por los musulmanes, pasó a ser la capital de la Marca Superior, pues los musulmanes dividieron al-Ándalus en tres territorios llamados marcas. La Marca Media tenía su capital en Toledo y la Marca Inferior, en Mérida. 

El territorio de al-Ándalus no estuvo exento de conflictos internos durante su existencia, siendo la Marca Superior un foco constante de intentos de independencia del emirato andalusí primero, dependiente de Damasco, y del emirato independiente y del califato omeya después. El suceso más conocido fue el pacto de Suleyman al-Arabi, gobernador de Barcelona y Gerona que había sido encarcelado en Córdoba -capital del emirato independiente- por sus levantamientos, con Carlomagno. Tras huir de su presidio, ofreció al rey franco la ciudad de Zaragoza, pero Husayn al-Ansari, que había quedado al frente de la ciudad, negó la entrada al francés, produciéndose la retirada de Carlomagno y la derrota de su retaguardia en Roncesvalles en agosto del año 778, hecho que daría pie al "Cantar de Roldán", obra cumbre de los cantares de gesta franceses y de la literatura épica medieval europea.

Saraqusta fue llamada la "ciudad blanca"  o Medina Albaida por los visitantes que acudían a ella. El geógrafo al-Idrisi escribió que "la ciudad de Zaragoza es al-Madinah al-Bayda por su abundancia de encalados y enlucidos" mientras que según al-Himyari "es conocida por al-Bayda porque sus antiguas murallas son de sillares de mármol blanco". Por su parte, az-Zuhri afirmaba que Saraqusta era conocida como ciudad blanca porque "sobre ella hay una luz blanca que no se oculta ni de día ni de noche". Se creía que aquí reposaban los restos de dos musulmanes de segunda generación, es decir, que conocieron a los primeros seguidores de Mahoma. Al parecer, estaban enterrados en algún lugar próximo a la iglesia de la Magdalena, donde había un cementerio al otro lado de la puerta de la Alquibla, llamada así por su orientación a La Meca. 

También afirmaba al-Idrisi que las serpientes no podían entrar en la ciudad debido al material con el que estaban construidos los edificios, "las culebras no pueden entrar en los sitios en que hay esta clase de sal". Me temo que el efecto repelente de nuestra ciudad, si es que existió, ya se ha perdido. 

sábado, 9 de agosto de 2014

El caso Watergate: un ejemplo de periodismo


Hace cuarenta años que se publicó esta histórica portada en "The Washington Post", tras la dimisión de Richard Nixon en la tarde del 8 de agosto de 1974. Carl Bernsetin y Bob Woodward habían sacado a la luz en ese mismo periódico los entresijos del conocido como caso Watergate, que consistió en el espionaje de la sede del Partido Demócrata durante la campaña electoral de 1972, un plan ideado por dos de los asesores del presidente Nixon y aprobado por él mismo.

No hemos de olvidar el chivatazo de Garganta Profunda, William Mark Felt, que entonces ocupaba el número dos del FBI y cuya identidad fue mantenida en secreto hasta 2005. Él confirmó a los dos periodistas del "The Washington Post" que sus artículos sobre la trama de espionaje eran totalmente veraces y se desencadenó un escándalo que terminó con varios detenidos y con Nixon fuera de la Casa Blanca.

Katharine Graham fue otro personaje fundamental. Directora por aquel entonces del diario, se erigió como máximo apoyo de Woodward y Bernstein a la hora de publicar los artículos sobre el espionaje al Partido Demócrata. Fue una mujer con agallas, pues las presiones que recibió desde el gobierno estadounidense habrían acobardado a cualquiera y, tal vez, si ella no hubiera estado al frente del "The Washington Post", jamás habríamos conocido este caso.

Porque el periodismo, al fin y al cabo, es informar a los ciudadanos de lo que ocurre en las más altas esferas del poder, no sólo político, sino también económico. Porque el derecho a la información es una realidad irrenunciable en cualquier democracia y los ciudadanos debemos protestar cuando vemos que un medio de comunicación se pliega al servilismo del gobierno que le concede subvenciones o de las empresas y bancos que se anuncian en sus páginas. Y para ello es necesaria la valentía de la que hizo gala Graham, pues ella, al fin y al cabo, tenía la última palabra.








lunes, 14 de abril de 2014

14 de abril de 1931

Como nos decía Carmelo Romero en sus clases de Historia Contemporánea de España, sólo en tres ocasiones han tenido lugar en España cambios de régimen sin oírse de fondo el ruido de los espadones. Es decir, cambios en los que no ha intervenido la fuerza de las armas militares, y dos de esos cambios trajeron las dos repúblicas que han existido en nuestro país.
Tal día como hoy en 1931, dos días después de unas elecciones municipales que ponían fin a 8 años sin comicios democráticos -por calificarlos de alguna manera, porque el sistema de la Restauración estaba manipulado por una oligarquía caciquil bipartidista-, fue proclamada oficialmente la II República española.
A pesar de lo que muchos se obcequen en esgrimir para deslegitimar el origen democrático de este sistema, lo cierto es que la coalición republicano-socialista obtuvo un sonoro triunfo en 41 capitales de provincia -el total era de 50-, lo cual hizo ver al rey Alfonso XIII que tras las dictaduras de Miguel Primo de Rivera y Dámaso Berenguer, permitidas y apoyadas por él mismo, había perdido la aprobación de la mayor parte de los españoles, algo que se refleja en el inicio de su comunicado de despedida:

"Las elecciones celebradas el domingo me revelan claramente que no tengo hoy el amor de mi pueblo".

Nuestro profesor Carmelo hacía hincapié en ese adverbio usado por Alfonso XIII, "claramente", para demostrar que no existía duda del triunfo republicano en unas elecciones que, a pesar de municipales, fueron usadas por todas las fuerzas políticas a modo de referendum para medir la opinión de los españoles acerca de un rey que había perdido la legitimidad tras haber delegado el poder en un dictador. No sólo había perdido la legitimidad política, sino también la legitimidad moral. Esto provocó que muchos políticos e intelectuales monárquicos dejaran de mirar con buenos ojos a Alfonso XIII y decidieran unirse a fuerzas republicanas, pues no había manera de sostener un régimen que había llevado al país a una situación política, económica y social muy difícil.
Cierto sector de pseudohistoriadores, al estilo de Pío Moa, afirman que los partidos monárquicos obtuvieron un mayor número de concejales, lo cual es cierto si contamos con los resultados del mundo rural. Pero hemos de decir también que estos recuentos eran mucho más manipulables por parte de los caciques rurales. En muchos pueblos no había ni siquiera candidatos, lo cual llevaba a estos caciques a elaborar sus propias listas e incluso a cambiar la opción política de quienes se presentaban. No existía una militancia política fuerte, como en las ciudades, debido a esa naturaleza caciquil del sistema de la Restauración. Además, hemos de tener en cuenta que el número de votos para obtener un concejal en un pueblo es mucho menor que el necesario para obtener un concejal en una ciudad.
Así pues, el baremo utilizado por monárquicos y republicanos para medir el apoyo del pueblo español a una u otra opción, fue el ofrecido por las capitales de provincia, que mostró, como he dicho, una abrumadora victoria republicana.
Como veis, la II República llegó por vía democrática. Lo que ocurrió después daría para una entrada mucho más larga que esta, pero como sostiene el historiador Santos Juliá en uno de sus artículos*, "la guerra civil no se origina en ese presunto fracaso de la República, sino en el fracaso de un golpe de Estado cuya finalidad consistía en hacer fracasar algunas de las vías abiertas por la República para construir un nuevo marco de relaciones sociales y políticas en España". Es decir, que la República no fracasó, sino que fue fracasada.


*JULIÁ, S., "El Fracaso de la República", Revista de Occidente, número extraordinario I, páginas 196-211, noviembre 1981.

lunes, 3 de marzo de 2014

Muerte en Venecia

A modo de homenaje a la célebre novela de Thomas Mann, este es el título del single que presenta el nuevo EP de mi banda Tierra Vertical. Tenía muchas ganas de compartirlo y espero que, si os gusta, también lo compartáis y nos ayudéis a que llegue más allá de donde podemos imaginar.







Muchas gracias

domingo, 12 de enero de 2014

Cuando alguien cercano aborta

Hace poco me enteré de que una amiga decidió interrumpir su embarazo de manera voluntaria, unos meses atrás. No me lo dijo ella, sino que me enteré por terceras personas. Es más, ni siquiera sabía que estaba embarazada. Se supone que yo no me tendría que haber enterado, pero ella nunca va a saber que yo lo sé. Jamás le haré un comentario al respecto y mucho menos le reprocharé el no habérmelo contado. Es una cuestión demasiado personal y una decisión lo suficientemente complicada y difícil como para ir aireándola por ahí. 

Si no hubiera interrumpido su embarazo, probablemente habría arruinado su vida. Cuando esto ocurrió, ella se encontraba a mitad de sus estudios, por lo que seguramente jamás los hubiera podido terminar. Además, estaba sola en España. Sus padres viven en el extranjero, por lo que sólo tenía aquí a su novio. Por supuesto, sobra decir que ella no quería ser madre en ese momento, pero seguramente un descuido, qué sé yo, provocó el fatal desenlace. 

No quiero imaginarme el calvario por el que tuvo que pasar cuando se enteró de la noticia, así como la desesperación que sintió para tomar la decisión de abortar. Sólo puedo decir que de haberme enterado, la habría apoyado, pues no creo que haya cosas mucho peores para una mujer que ser madre cuanto no lo desea. La maternidad debe ser algo bello y ha de llegar cuando una mujer se siente realmente capaz de dar a su hijo una existencia digna. 

Por eso estoy radicalmente en contra de la ley del aborto que prepara el actual Gobierno de España. Nadie tiene derecho a decidir en el cuerpo de una mujer. Demasiados maltratos y vejaciones han tenido que aguantar las mujeres -y lamentablemente, han de seguir aguantando- como para que una vez conquistados derechos tan fundamentales como es la decisión de ser madres, les sean arrebatados por una caterva de retrógrados ultracatólicos. Es más, si de verdad considerasen el aborto como un asesinato, entonces esos ultracatólicos establecerían penas de cárcel para las mujeres que decidieran llevar este acto a cabo. Pero no tienen narices. Saben que desde Europa se les echarían encima y también desde la ONU. Harán todo lo que puedan, pero estoy seguro de que al final tendrán que rectificar muchos puntos, o incluso dejar las cosas tal y como están ahora.

Abortos ha habido siempre y los seguirá habiendo, pongan las barreras que pongan. La diferencia será que las mujeres pondrán en peligro su vida, pues la clandestinidad está llena de riesgos y problemas para su salud y bienestar. El otro día leía que en América Latina muere una mujer cada ocho minutos por someterse a un aborto en clínicas clandestinas. A ese modelo aspiramos en España. 

De todos modos, mi amiga tendrá siempre mi apoyo aunque no lo sepa, así como el resto de mujeres que decidan libremente disfrutar del don de la maternidad en el momento en que se sientan preparadas.