domingo, 7 de agosto de 2022

Buena nueva

 Por fin sabemos que eres un niño. No sabes cuánto nos hemos emocionado. Nos habría parecido bien cualquiera de las dos opciones posibles, pero tendrías que haber viso las lágrimas de alegría de tu madre. Yo andaba más preocupado pensando en esos pequeños quistes a los que la doctora ha quitado toda importancia, y mi amigo Juan también me ha dicho que desaparecerán igual que han aparecido, así que debería estar tranquilo. Sin embargo, ahora mismo no hay nada más importante que tú. Nada más importante que tu salud y cada parte de tu cuerpo que se va formando y creciendo día a día. Nuestro único deseo es que llegues fuerte y con salud, pues este mundo es difícil y hace falta una buena dosis de energía para ser feliz y resistir las adversidades a las que todos debemos enfrentarnos.

Ayer, al verte en la pantalla, tu madre y yo esbozamos una sonrisa mientras chupabas tu dedo pulgar. Somos nuevos en esto y, aunque vamos leyendo cómo es tu evolución en el útero, es precioso ver cómo adquieres gestos propios de un bebé, aunque apenas midas quince centímetros y peses doscientos treinta y seis gramos. Te vas pareciendo poco a poco a una persona, y no sabes cómo late tu corazón. Lo vimos y lo escuchamos de maravilla. Parecía una pequeña mancha de colores en la pantalla, pero los movimientos eran inconfundibles: un latido constante a una gran velocidad, como un metrónomo en modo alegro. Está claro que tienes una ganas enormes de vivir.

Esta semana te has movido como nunca. Quizá siempre te has movido pero es ahora cuando tu madre lo empieza a notar con más intensidad. Incluso yo te he sentido al apoyar mi mano sobre su vientre. Parecías una pequeña culebrilla discurriendo al otro lado, muy tenue y lejana. Pero bueno, ya irás creciendo y haciéndote notar para quienes nos morimos de ganas por verte, abrazarte y besarte. Irás descubriendo que en la vida no hay nada más importante que el amor, y vas a tener la suerte de estar rodeado de gente que te lo va a dar a raudales. Eso sí, nadie con tanta intensidad como tu madre y yo. Vas a vivir en un hogar con dos personas que te adoramos e intentaremos proporcionarte las herramientas para que tengas una vida plena. Un hogar que iremos preparando en estos meses que faltan para que llegues, donde no te falte ninguna comodidad dentro de nuestras posibilidades. Un hogar donde antes ya de tu llegada se respira el amor en cada esquina, pues eres el resultado del amor que tu madre y yo sentimos el uno por el otro, y que no ha hecho sino acrecentarse desde que sabemos de tu próxima llegada.


No hay comentarios:

Publicar un comentario