lunes, 25 de octubre de 2010

Obituario

Vestía siempre traje negro, camisa blanca y a la izquierda, junto al corazón, lucía un clavel rojo. Debía buena parte de su elegante aspecto a los cuidados y mimos de su mujer, que le llevó en volandas desde que le conoció hasta este triste día en que ha decidido marcharse sin perder en ningún momento el buen humor. En su semblante siempre había una sonrisa. Continuamente andaba maquinando bromas, cantaba canciones que le habían acompañado durante toda su existencia y no se privaba de su vaso de vino ni siquiera en esta última temporada de su vida.

Mi tío era un crack, en pocas palabras. Me hubiera gustado conocerlo de joven, pues debió ser un pícaro de cuidado. Seguro que me hubiera enseñado algún que otro truco para cortejar a las mozas. Gracias a su ingenio era capaz de sacarle la puntilla a todo de cuanto hablabas con él. Lástima que tengamos que perder a los seres que más queremos.

Siento que se haya marchado sin haberme podido despedir, pero la muerte siempre llega traicionera y a pesar de esperada, pilla por sorpresa incluso a los más previsores. Guardaré un gran recuerdo de una persona que siempre te arrancaba una sonrisa cuando te veía, un auténtico galán que supo conquistar a mi tía a pesar de la gran diferencia de edad existente entre ellos.

Que descanses en paz, Roque.

3 comentarios:

  1. Mis mas sentidas condolencias. Perder un ser querido es como perder parte del propio corazon.
    Un abrazo, amigo.
    Ricard

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  2. La muerte de aquel a quien se quiere siempre resulta turbadora, inexplicable, inaceptable. "Amar a un ser es decirle: tú no morirás", decía Gabriel Marcel. Siento el fallecimiento de tu tío.

    Un abrazo.

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  3. Gracias Daniel, gracias por expresar con palabras tan precisas y cariñosas cómo era, y seguirá siendo ROQUE, gran señor y mejor persona.

    Un abrazo Daniel de tu tía Piedad y de tus primos Juan Roque y Verónica

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