sábado, 15 de enero de 2011

Rostro informe

Una gota de sangre discurría lentamente por su oído hasta alcanzar el pabellón auditivo. La hemorragia era demasiado grave como para pensar en la supervivencia, pero en ella existía aún un pequeño hálito de vida que le animaba a no rendirse. Sus pupilas reflejaban la imagen de un ser situado frente a ella con tan poca nitidez que no podía enfocar su rostro. Veía cómo oscilaba del mismo modo que el péndulo de un reloj. Parecía un cuerpo inerte abandonado a los designios del viento.

No recordaba nada de lo que había ocurrido, pero podía sentir un ardor insoportable en la cara, tal vez la secuela de un puñetazo. Se encontraba demasiado débil como para mover un músculo, para expresar su dolor en una mueca y menos aún para levantarse o gritar pidiendo socorro. Estaba malherida, pero comprendía que no podía hacer nada sino esperar la inevitable llegada de la muerte. Más allá no había nada, o tal vez la perfección. El caso es que ahora no era el momento de pensar en ello.

En la habitación se respiraba todavía el fragor de la batalla, la tensión acumulada, los golpes azotados en su dulce rostro. La feminidad de sus rasgos era deliciosa, inigualable. Y qué decir de su cuerpo. Hubiera sido honrado por los mejores poetas clásicos como la octava maravilla. ¿Por qué tuvo que acabar con ese cabrón?

Ella, aunque no lo sabía, recibió la visita de la parca mientras observaba el cadáver de su novio colgado del techo. Pensando que la había asesinado tras una cantidad considerable de brutalidad física, decidió poner fin a su vida.

Hoy todavía están abandonados en esa habitación. Podría estar en cualquier parte, en cualquier inmueble, en cualquier ciudad de este país. Si percibe un hedor insoportable, señal inequívoca de la muerte, avise a la policía.

6 comentarios:

  1. Galip Bey, otra auténtica joya, ¡príncipe de la post micronovela!.Un saludo.

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  2. "Parte 2

    Olía a pétalos marchitos, a sueños quebrados, a promesas incumplidas. Sí, el olor era insoportable..."

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  3. Ya me he terminado 1984, así que no me asusto :D
    Por si acaso pasaré bien atenta por delante de las puertas de los vecinos, aunque el olor a pescao frito siempre inunda la escalera...
    Un beso

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  4. Para el carro, Manolo. Por lo pronto, tengo que leerme el de L'africain para el jueves, y ni siquiera lo tengo comprado. El francés este año mal.
    Cada vez me están gustando más las distopías. Me estoy planteando hacer una colección en la estantería. Quedan muy bonitas si piensas que eso nunca en el mundo podría llegar a pasar.

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  5. Eres un pedante colega.

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