sábado, 5 de marzo de 2011

Una de noche

Dormía tras la fachada desconchada de un antiguo inmueble. Los viandantes elevaban con desconfianza su mirada cuando pasaban bajo el edificio, temerosos de que algún ladrillo cayera sobre sus cabezas.

Él seguía dormido.

Solía soñar con danzas húngaras, aunque a menudo algún nocturno invadía su descanso. Sin embargo, esta noche un réquiem tenía lugar tras sus párpados cerrados. Se encontraba inquieto. Podía percibir unas angelicales voces entonando un lacrymosa mientras daba vueltas entre las sábanas, enredando entre sus piernas los finos pliegues de su única protección.

Abrió los ojos.

Permaneció quieto un momento con su mirada dirigida a la oscuridad. No percibía nada. Simplemente el rumor de una música que venía del piso inferior. Aún no había cerrado su bar la señora Juliana. Le atormentaba todas noches de viernes con aquellos tangos que tanto detestaba. No sabía muy bien el motivo de tan visceral odio, pero tal vez se debiera a ese aroma nostálgico que les rodea.

Tapó sus oídos con la almohada.

Consiguió amortiguar el sonido pero comenzó a escuchar el silencio. Se puso nervioso. Intentó recordar el inicio de aquella canción que su madre le cantaba cada noche antes de dormir. Entonces se dio cuenta de dónde procedía aquella melodía y sonrió feliz ante su perspicacia. Cerró los ojos mientras se reproducía una vez más en sus sueños la vieja canción de cuna.

3 comentarios:

  1. Galip Bey en un momento despliegas no sólo el escenario, el ambiente, sino también la banda sonora, con Brahms,Mozart y Gardel. ¡Fantástico!

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  2. ...y a Chopin. Para el réquiem también pensé en Verdi. El suyo también es maravilloso.

    Gracias por tus visitas, NIP.

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  3. Me ha gustado este post.
    Un saludo.
    :)

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