sábado, 18 de junio de 2011

Nubosidad variable

Se encerraron en el sueño proscrito de un náufrago. Jugaron a buscar entre su pelo luciérnagas para alumbrar la noche más oscura. Alguien llamó entonces a la puerta, pero no había pomo con que abrirla. Los golpes se hicieron insistentes, formando ritmos indescifrables, contraseñas casuales para una mente novata. Taparon sus oídos con algodón de nube mientras reían despreocupados, palpando con sumo gusto sus partes pudendas. La mascarada se inició paulatinamente, sin avisar. Llegado el momento, se percataron de que habían perdido el sentido. Sus ojos se nublaron ante la borrasca, llorando litros de elixir que iluminaron todo cuando se posó bajo las plantas de sus pies. Mientras tanto, los seres humanos se ahogaban en paños mojados un día que decidieron vestir de traje. Qué osadía.

2 comentarios:

  1. Casi seguro que nos habremos cruzado..
    No solo he leído esta última entrada, he leído unas cuantas, y me gustan bastante, y creo que me ha dado el empujón para (re)abrir un blog.
    Bueno, espero que sigas escribiendo, yo te seguiré leyendo.

    ResponderEliminar
  2. Me alegra muchísimo saber que volverás a escribir después de haber venido hasta aquí. Estaré encantado de visitarte y leerte. Espero verte de nuevo por aquí.

    ResponderEliminar